Un niño en la cocina

“Tía, en qué te voy a ayudar hoy?”
Luciano es un niño inquieto, amable y poco caprichoso. Está por cumplir cinco años. Es ordenado, pinta con esmero de futuro pintor. Está en esa edad maravillosa donde todo está por descubrirse.
A Luciano le gusta estar en la cocina. Desde pequeñito le dábamos cositas para lavar, y él feliz con la esponjita y el detergente.
Hasta aquí, hicimos tortas, galletitas, pollos, carnes, purés, tortillas de papas, budines, pescados, ensaladas, postres…

Él presta mucha atención y huele todo lo que vamos haciendo "esto va a estar diquísimo tía Fufi". Sólo sale corriendo de la cocina ante la presencia del verdeo o la cebolla, que le hace picar los ojos.
Él crece, aprende, descubre el mundo. Se sorprende al ver como los granitos de arroz amarillos que pusimos al fuego se toman toda el agua y se convierten en blancos y gorditos.
Se sienta a comer y decide que el puré que ayudó a pisar es Su Puré y que no va a compartirlo.
Cocinar con Lu me permite entrar en su mundo donde la risa y la sorpresa son cotidianas. Donde ser egoísta no está mal. Donde nada es obligación, todo es juego. Creo que Lu es el mejor profesor de cocina que podría tener!

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