Cómo sobrevivir a la diabetes

Me causa gracia leer el título con el que comienzo este post. Si supiera la respuesta!

El año pasado me hicieron un análisis de sangre y ooops! en cuanto lo vio el médico, me pidió un remis y me mandó derecho al hospital, donde me internaron de urgencia.

Una glucemia de 370, cuando lo normal es un valor entre 70 y 100, no era joda. 

Al salir del hospital me dieron una dieta, me enseñaron a utilizar el medidor de glucosa y los distintos tipos de insulina que, a partir de ese día, me acompañarán para siempre.

Apa, que fuerte eso de "siempre"!

Sí, es un antes y un después. 

Una podía almorzar yogur, saltearse comidas, tirar todo el día con mate y galletitas, comerse un regio sándwich/refuerzo de milanesa, un chivito en la Pasiva… y lo dulce… alfajores Jorgelín triple, o Capitanes del Espacio, o mousse de chocolate Parmalat, o el yogur con frutas de Conaprole… pensar que en Montevideo yo vivía a la vuelta de una heladería La Cigale!

Y paf. Debut de diabetes. Fin para todo lo dulce. Inicio de una vida de comidas ordenadas, con horario y con balance de hidratos de carbono, proteínas, vitaminas…

Vuelvo al título. Cómo sobrevivir.

Se puede. A veces se convierte en una carga pesadísima, un día cantás “no existe un momento del día/ en que pueda olvidarme de ti” … maldita diabetes!

A veces se convierte en una vara que tengo delante a la que estoy obligada a saltar. Y ese salto, aunque difícil, es bueno para mí.

Paradoja: me siento mejor que antes! Bendita diabetes! Antes vivía con dolores de panza, mi vista era borrosa por las noches, mi energía se agotaba durante el día.

Bajé dos talles. Subí más de dos escalones en la conciencia de que mi salud depende, en gran parte, de nadie más ni menos que de mí.

Miren qué desafío!

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El Cocinero Científico

El Cocinero Científico es un libro editado por la Universidad de Quilmes. Forma parte de la colección Ciencia que ladra, la misma que editó Matemática estás ahi, de Adrián Paenza, dirigida por Diego Golombek, el Dr.G.
"El Cocinero Científico" es un libro que no debe faltar en nuestra petit biblioteca culinaria.

Su prólogo:
“Hace no mucho tiempo los científicos fueron mandados a lavar los platos. Un sabio consejo, ya que la ciencia tiene mucho de cocina, de probar y de mezclar con una pregunta en la cabeza que no deja dormir. Por otro lado, la cocina misma es un arte y una ciencia, y conocer los secretos de hervores, frituras y congelados puede ayudar a servir una mesa llena de delicias.”
“Al descubrir qué hay detrás de las magias y los trucos de las recetas; tal vez no nos convirtamos en maravillosos cocineros o pasteleros, pero podremos aprender que hay explicaciones para todo, desde por qué a veces los huevos duros salen mal hasta cómo conservar tiernas las carnes."

Los autores:
Pablo Schwartzbaum es Licenciado en Biología de la Universidad de Buenos Aires y doctor en Ciencias Naturales de la Universidad de Innsbruck. Diego Golombek es doctor en Biología de la Universidad de Buenos Aires (aunque nunca nos haya mostrado el título) y desde la colección que dirige y también con su programa de tele en Encuentro, está haciendo una fantástica tarea de divulgación científica. Canal Encuentro es un emprendimiento auspiciado por el Ministerio de Educación de Argentina. Si nos suscribimos a su página, podremos ver sus programas en línea, o descargarlos gratuitamente. Nos informan, educan y entretienen. Casi como un libro gordo de Petete.

El libro:
Con un estilo claro, lleno de chistes y guiños, Diego y Pablo nos van introduciendo en la ciencia que transcurre en nuestra cocina. Arrancan por el desayuno: los secretos químicos y biológicos de los lácteos, el pan, el café, el té, el mate. Luego van por las entradas: sopas, verduras, huevos. Se despachan a gusto en las comidas principales: las carnes, las pastas, y hasta les queda resto para las tortas, los postres y las frutas.
Tiene también una serie de experimentos que nos permitirán aprender aún más acerca de alcalinidades y esas cosas.

Está disponible aquï:  http://books.google.com.ar
Es realmente interesante y fácil de leer. Recomendado para curiosos!

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A propósito del Jardín de la Esquina

Mientras escribía el post anterior, pensaba en cómo hacer que tengan ganas de escucharlo. Lástima, Youtube no existía en esas épocas...

Este video que les muestro es de un profe de música de un colegio. Un tema de Lady Gaga, Just Dance.



Morí con los niños del coro, la forma en que bailan mientras cantan! se sienten tan protagonistas como las solistas de adelante!
Si después de haber visto este video, no te queda una sonrisa dibujada, no hay señales de algo que viva ahí adentro! :)

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El Jardín de la Esquina

En 1987 Daniel Grinbank enviaba a sus hijos a un jardín de infantes llamado El Jardín de la Esquina, en Belgrano, al norte de la Ciudad de Buenos Aires. Fascinado con el trabajo que hacían allí a nivel musical, decidió editarlos en su sello, en ese momento DG Discos. En la grabación colaboraron Fabiana Cantilo y Fito Páez, pero quienes hicieron de este disco una pequeña joya son los músicos-maestros jardineros, y sus niños.

El disco se llamó "Piojos y Piojitos del Jardín de la Esquina".

Piojo no es cualquiera,
Usted aunque lo quiera
Difícilmente pueda intentarlo
Escúchelos y mírelos
Ellos si que saben
Ser piojos y piojitos verdaderos

Es ideal para música de fondo mientras cocinamos con niños. Cocinar y cantar, maridaje perfecto!

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Pastel de Pescado a la Húngara

Estrenando el libro de la Hermana Bernarda “Mis recetas tradicionales”, elegí un Pescado a la Húngara, que pintaba fácil, low-carb, y absolutamente apto para cocinarlo con Lu y sus casi 5 añitos.

Lleva:
½ kg de filet de pescado
½ kg de papas
½ kg de cebollas
½ taza de jugo de limón
Un pote chico de queso crema o un pote de crema de leche

Primero marinamos el pescadito, dejándolo descansar un rato en la heladera acompañado con jugo de limón, sal y pimienta. Yo uso una fuente de vidrio tipo pyrex y la cubro con film de cocina.
Mientras tanto, preparamos unas cebollitas caramelizadas.

Para este blog, las cebollitas caramelizadas son un must!

Aquí viene la rareza de la receta. La Hermana Bernarda pela las papas, las corta en rodajas y las hierve en una taza de caldo. Le hacemos caso, poniendo dos calditos Lucchetti de verduras en el agua junto con las papas.

Comenzamos a armar el pastel cuando tengamos las cebollas y las papas prontas.

En una fuente para horno enmantecada, ponemos una capa de las papas, luego una capa de cebollas, luego una capa de pescado, luego otra de cebollas y terminamos con una capa de papas. Volcamos arriba la crema de leche o el queso crema, de acuerdo a nuestra voluntad dietética, y lo ponemos en un horno bien caliente durante 20 minutos.

Cumplidos esos 20 minutos, lo espolvoreamos con queso rallado, perejil picado y lo volvemos a poner en el horno para que se gratine.

Rico y sano!

Les debo las fotos del paso a paso, pero les pongo aquí una muestra de Lu en pleno despliegue culinario!

 

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Conserva de Tomates Secos al Aceto

Curioseando en la página de Majirena, vi una receta para preparar una conserva de tomates secos... le hice algunos cambios, y aquí se las presento:

En un bol ponemos un puñado de tomates secos, y los hidratamos con agua caliente y un chorrito de vinagre de alcohol o manzana.
Cuando estén tiernos, descartamos el líquido, y volvemos a agregar un poco más de agua caliente y otro chorrito de vinagre.

Cuando estén bien blandos, los escurrimos bien y los colocamos en un frasco tipo mermelada. Agregamos ahí los condimentos que nos gusten (yo puse pimienta verde, coriandro y tomillo). Cubrimos con un poco de aceto balsámico.

Los dejamos durante media hora para que se combinen los sabores y los reservamos cubiertos con aceite de oliva fuera de la heladera.

Sensacional para tenerlos en la mesada y ponérselos a todo lo que nos sirvamos...

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Matambrito de Cerdo con Puré de Maíz

Lu está de vacaciones y sus papás a veces lo dejan en casa, pasa con nosotros todo el día, hasta que al fin de la tarde lo pasan a buscar. A veces trae su inseparable muñeco de Ben10 y su súper reloj que da la hora, que se quita religiosamente para comenzar a cocinar.

El plan era preparar un matambrito de cerdo a la plancha, con un puré de choclo de guarnición.

Mientras yo preparaba el matambrito, desgrasándolo y cortándolo en porciones, él fue preparando la marinada. Le di la fuente, los frasquitos del ají molido, el pimentón y un par de especias secas más, la sal, la pimienta, el aceite y el jugo de limón. Paso a paso le fui indicando cuanto poner. Todo lo olía, cada vez más entusiasmado. Luego le di el batidor para que integre todo. Pobre cielo, nunca le dije que terminara. Me avivé cuando me dijo que ya estaba cansado de tanto batir!

Le di la carne para que la pusiera dentro de la fuente y le pedí que la apretara fuerte para que se les pegara bien el perfume de la marinada que habíamos hecho.
Sonreía. Mi alma también.

La guarnición fue receta de Martiniano. Se trata de un “puré de maíz” como él lo llama, y consiste en mezclar puré de choclo con puré de papas.
Arrancamos con media bolsa de choclo en grano de nuestra marca favorita. Lo cocinamos en el microondas, de acuerdo a las indicaciones del paquete. Luego lo procesamos.
Mientras, preparamos un simple puré de papas.
Lu mezcló ambos purés, les puso sal y un poquito de aceite. Y voilá!

Al comer decía: es mi puré!

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Un niño en la cocina

“Tía, en qué te voy a ayudar hoy?”
Luciano es un niño inquieto, amable y poco caprichoso. Está por cumplir cinco años. Es ordenado, pinta con esmero de futuro pintor. Está en esa edad maravillosa donde todo está por descubrirse.
A Luciano le gusta estar en la cocina. Desde pequeñito le dábamos cositas para lavar, y él feliz con la esponjita y el detergente.
Hasta aquí, hicimos tortas, galletitas, pollos, carnes, purés, tortillas de papas, budines, pescados, ensaladas, postres…

Él presta mucha atención y huele todo lo que vamos haciendo "esto va a estar diquísimo tía Fufi". Sólo sale corriendo de la cocina ante la presencia del verdeo o la cebolla, que le hace picar los ojos.
Él crece, aprende, descubre el mundo. Se sorprende al ver como los granitos de arroz amarillos que pusimos al fuego se toman toda el agua y se convierten en blancos y gorditos.
Se sienta a comer y decide que el puré que ayudó a pisar es Su Puré y que no va a compartirlo.
Cocinar con Lu me permite entrar en su mundo donde la risa y la sorpresa son cotidianas. Donde ser egoísta no está mal. Donde nada es obligación, todo es juego. Creo que Lu es el mejor profesor de cocina que podría tener!

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Música para Cocinar: Hoy Ana Prada

                                                             

Ana Prada es una cantante uruguaya que adoro.

Supe de ella por el Nico, el chofer de la combi que me iba a buscar para ir a trabajar a Zonamerica todas las mañanas, cuando vivía en Montevideo. El Nico me habló que tenía una vecina que hacía música, que era una gurisa bárbara, que cantaba demás, que era una chiquilina sencilla y muy amable, que acababa de sacar su primer disco, Ana Prada se llama, me dijo. "Si tú podés escucharlo Mariela te lo recomiendo".

Ah, qué razón tenía el Nico. Sencilla y demás. En Uruguay, algo está "demás" cuando está muy bueno.
Ana tiene una voz cálida y sencilla. Y canciones con aires de río.
Escuchémosla  mientras preparamos una sopa de arroz con verduritas. Mientras preparamos un puré mixto, de papas y calabaza. Cantemos con ella mientras el aroma de nuestro pollito al verdeo nos va abriendo el apetito.
Natural, nuestro, sencillo, breve. Cálido para los nuestros y para nosotros mismos.




Para saber más de Ana visiten  su MySpace. Enjoy it!

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Tips para los amantes de la cocina. Hoy letra A!

En una librería de la calle Lavalle, aquí en Buenos Aires, encontré esta maravilla:


Otilia Kusmin es una grande, una docente culta, magnífica y sencilla. De ella he aprendido muchas de las cosas que sé. De a poco les voy a ir compartiendo mis versiones de sus recetas.

Voy a compartirles algunos tips de su libro que ya experimenté, datos para mí super útiles y creativos, que fui probando en mi cocina.
Vamos con la A?

aceites: Podemos perfumarlos con hierbas frescas y tenerlos ya listos para incorporarlos a una comida. (así es! Un ejemplo: dentro de la aceitera, un par de dientes de ajo gorditos, golpeados con el cuchillo para que suelten su perfume, dos hojas de laurel, en un par de días tendremos un aceite saborizado digno de un gourmet!)

aceto balsámico: En un arranque gourmet lo compramos y lo tenemos ahí guardadito, a la espera de alguna ensalada que lo merezca. Pues no sólo es riquísimo en ensalada. Resulta excelente para cocinar, para marinar una carnecita, para deglazar (levantar el fondito de una carne o pollo a la cacerola). Ayer marinamos una tapita de asado con Luciano: (cocinen con sus hijos-sobrinos! es único!) le pusimos aceto junto con un montón de hierbas secas y aceite de oliva. Quedó espectacular!

ají molido: Para que suelte todo su aroma y nos regale su color, hidratemos lo que vayamos a utilizar con un poco de vinagre, agua o aceite. O no le ponemos ají molido al chimichurri?

albahaca: Utilizaba yo el método de conservar la albahaca de mi suegra: lavar y secar bien las hojas, colocarlas en una bolsita de verduras de supermercado, guardarlas en el freezer, y luego de congeladas, apretar la bolsa hasta romperlas. Fácil y práctico... pero sólo les deja un suave perfume a albahaca.
Otilia sugiere colocar las hojas limpias en un frasco y cubrirlas con sal y aceite. Unos fideitos con manteca y queso se transforman en un plato de chef agregándole algunas de esas hojitas! Comprobado!

arroz: Ah, cuantas veces vimos a Narda preparando risottos con arroz basmati, árboreo... Rarezas absolutas e inalcanzables? Pues no!

-Para preparar arroz suelto, de granos no pegoteados, es decir, arroz para ensaladas. Narda dice que usemos Basmati, que es un arroz de grano largo y fino. Otro arroz de las mismas característica es el que se llama Blue Bonnet, o simplemente Largo y Fino. Puede andar este arroz perfectamente!




-Para risottos o guisos cremosos, Narda sugiere arroz Arbóreo. Grano redondito y corto, la variedad se llama "Carolina Simple". Buscando y buscando sólo encontré el Carnaroli de Gallo. Pero busquen, lean las etiquetas y encontrarán algún arrocito de estos.




-Arroz versátil, para cualquier uso, dicho por mi amiga Otilia, es el "doble carolina". Grano largo y ancho. Podemos usarlo para todo. De estos hay varios en el mercado. Este es el clásico de clásicos.





-Y ahora el rey de los arroces, y como tal, amado y odiado a la vez. Es para tanto? sip, Narda prohíbe su uso! Hablamos del arroz oro, "parboiled", aquel que no se pasa ni se pega. Eso pasa porque ya está precocido. Su color es más bien amarillento. Ese proceso hace que tenga más vitaminas que el arroz blanco! Y que sea mejor para recalentar y freezar!



Yo dudaba siempre entre los diferentes arroces, y compraba cualquiera, con que fuera el más barato o del envase más lindo... Con más info, decidimos mejor!
 

Obrigada y até mais! Próximamente más tips!

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Pastel de Choclo

De la revista El Conocedor (linda revista de Fabricio Portelli, sommelier), levanté esta receta de Dolli Irigoyen. La repetí varias veces, con pequeñas variantes hasta dar con la fórmula justa para el paladar de Tete.

Rica, blandita, textura suave.

Aquí va:

                                                       Ingredientes:

-1 cebolla
-100 cc de aceite de oliva
-5 huevos
-150 g de queso crema
-250 cc de leche
-300 g de queso fresco
-500 g de choclo en grano
-sal y pimienta

Cortar la cebolla en aros finos, colocar en una olla pequeña con una cantidad interesante de aceite de oliva, y colocar a un fuego bajo, casi sin revolver, por 5 o 10 minutos. Está listo cuando tenemos aros de cebolla tiernos, apenas tostados. No tenemos que conseguir cebolla frita sino cebolla cocinada en aceite, "caramelizada". No será dulce, el sabor es alucinante. No es lo mismo con cebolla frita!

   

Precalentar el horno. Descongelar el choclo en el microondas.

Rallar el queso fresco con la parte gruesa del rallador. Sí sí, rallado. Parece raro pero es rápido y fácil, y se integra súper bien.

Colocar en un bol grande los 5 huevos, el queso crema y la mitad de la leche, y luego agregar el choclo. Procesar con el mixer. Agregar la leche restante y seguir procesando. Agregar sal y pimienta. Tiene que quedar una pasta lisa.

Dolli recomienda usar la procesadora, pero es más aparatoso y complicado, el mixer es mucho más práctico. Cuestión de estilos.

Agregar a la pasta el queso fresco rallado y las cebollas caramelizadas.

Pasar la mezcla a una fuente o asadera mediana. Si usamos una asadera  grande sale demasiado petisa y se seca bastante.   

Colocar en horno mediano (150°-180°) hasta que cuaje y se vea apenas tostadita.

Voilá! Vale tanto caliente como tibia… y fría está buenísima!!

Como curiosidad, se parece mucho, pero mucho mucho, a la receta de sopa paraguaya. 

Enjoy it!

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Cocinando!

Aquí estoy dando inicio a este blog...
Estoy dibujando mis primeros pasos en la cocina.
Quién diría, yo era de las que cenaba fiambre directamente desde el paquete sin siquiera sacarlo de la heladera. Yo era de las que le tenía tremendo miedo al horno. Y ni hablar al miedo a los errores, a equivocarme con las cantidades, con las medidas, con la salazón, con el picante...
Aprendo día a día, disfruto y me divierto, y creo que esa es la clave.
Y si además obtengo una sonrisa a cambio... mucho más placentero aún.
Enjoy it y bienvenidos!

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